Malaria

Prevención del Paludismo o Malaria

El Paludismo o Malaria es una enfermedad muy extendida que afecta a prácticamente todos los países tropicales. Está producida por un parásito (protozoo) del género Plasmodium que es transmitido por la picadura de las hembras del mosquito anófeles (Género Anopheles). Aunque sea una enfermedad ampliamente distribuida en los trópicos, el riesgo de adquisición es muy heterogéneo, y varía según los países, e incluso según la zona y época del año dentro de un mismo país. El destino geográfico, la ruta específica seguida, la duración, el tipo de viaje o la estación del año en que se realiza son factores determinantes del riesgo. El periodo de incubación de la enfermedad desde el contagio hasta que se manifiestan los síntomas, suele durar entre 8 y 30 días. La enfermedad se caracteriza por una crisis febril después de unas horas de malestar general, dolor de cabeza, en las articulaciones, escalofríos (con intensa sensación de frío, que duran entre 15 y 60 minutos), para acabar con un periodo caliente con sudación abundante y alta temperatura (puede alcanzar los 40º- 41ºC), que puede durar entre 2 y 4 horas. Dado que esta enfermedad puede resultar grave e incluso mortal, es importante hacer una prevención de la misma. Como en la actualidad no se dispone de una vacuna eficaz, la prevención se basará en la conjunción de las siguientes medidas:

  • Evitar las picaduras de mosquitos, lo que constituye la primera línea de defensa contra el paludismo, especialmente, entre el anochecer y el amanecer. Es recomendable llevar ropa de manga larga y pantalones largos evitando los colores oscuros porque atraen a los mosquitos. Pueden utilizarse repelentes de insectos de aplicación tanto en la ropa como en la piel. Deben cerrarse bien las puertas y ventanas durante la noche y colocar una mosquitera alrededor de la cama. Finalmente es aconsejable utilizar aerosoles para matar insectos voladores o utilizar difusores con insecticidas.
  • Tomar medicamentos contra el paludismo (quimioprofilaxis) cuando sea necesario, para evitar que la infección progrese llegando a manifestaciones clínicas de la enfermedad. Dicha medicación varía según la zona que se visite y la posibilidad de contraer paludismo no desaparece completamente. Igualmente pueden desarrollarse efectos secundarios, por lo que su prescripción corre a cargo de personal sanitario especializado. Para que la quimioprofilaxis tenga efectividad deberá continuarse durante un periodo determinado para cada fármaco una vez abandonada la zona palúdica, tanto si los viajeros vuelven a su país de origen como si van a una zona exenta de paludismo, ya que el parásito que produce la enfermedad puede permanecer acantonado en el hígado durante ese período de tiempo.
  • Consultar inmediatamente con el médico para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados, en caso de que aparezca fiebre acompañada o no de otros síntomas (dolor de cabeza, debilidad y dolores musculares, vómitos, diarrea o tos) a partir de 1 semana después de haber entrado en un área donde hay riesgo de paludismo y hasta 3 meses después de salir de ella (incluso más en ocasiones puntuales).
  • En casos concretos en los que no pueda acudirse a una valoración médica urgente, se aconseja disponer de medicamentos antipalúdicos para autoadministración (tratamiento de reserva para emergencias).